viernes, 18 de mayo de 2007

PERSONAJE SECUNDARIA

Mi personaje es una profesora de Francés del primer ciclo de Educación Secundaria de un Instituto de Enseñanza Secundaria.

Mi nombre es Amanda Muñoz. Tengo 35 años. Vivo a 20 Km de Sevilla, en la localidad de Espartinas. Estoy casada y tengo una niña de 6 años. Dispongo de carné de conducir y de vehículo propio para desplazarme hasta el centro.
Soy Licenciada en Filología Francesa por la Universidad de Granada. Tengo diversos certificados de cursos:
- 30 horas en jornadas de educación sobre la paz.
- 60 horas jornadas interculturales.
- 2 años de cursos de Lenguaje de Signos.
Me gustan mucho los niños. Soy una persona extrovertida y alegre a la que le encanta mi trabajo. En mi tiempo libre me gusta leer e ir al cine. Prefiero las películas de fantasía y de suspense pero que tengan una parte romántica. Del mismo modo me gustan esos géneros en la lectura.
En el año 1998 aprobé las oposiciones a Educación de Secundaria. Desde entonces he ocupado plazas en distintos centros hasta hace 3 años cuando me hicieron fija en el Instituto de Educación Secundaria Beatriz de Suabia.

Imparto clases en un curso de 1º de ESO y en uno de 2º de ESO. Los grupos tienen varios alumnos conflictivos. Cada clase tiene un total de 30 alumnos, por lo que además de las dificultades acontecidas por el elevado número, las situaciones conflictivas entre los alumnos hacen más difíciles el transcurso de las clases.

Las horas no lectivas de mi personaje son:
Ø Lunes de 14 a 15 h.

- Reuniones del ETCP.
- Cursos de formación.
- Atención a problemas de aprendizaje, refuerzos educativos y adaptaciones curriculares.

Ø Martes de 15 a 18 h.

15 a 16 h. Reunión de ciclos/ Claustro / Programación de actividades educativas y evaluación.
16 a 17 h. Consejo escolar/ Cursos de formación/ Organización y mantenimiento del material educativo.
17 a 18 h. Tutorías de padres/ madres.
Tras la agresión sufrida por un profesor del centro por parte del padre de un alumno del mismo centro, en el Colegio se han puesto en marcha varios planes de Convivencia, con el fin de evitar futuros conflictos y mejorar la actitud del alumnado, su comportamiento, así como el de sus familiares.

Entre los factores que se han apuntado como responsables del deterioro de la convivencia, un primer grupo son de carácter social, como los problemas provocados por ciertas características de la sociedad actual (permisividad, cambios en el papel de la familia, modelos emitidos en TV, etc.) y por las diferencias interculturales o los derivados de situaciones de exclusión o marginación.

Otro grupo de factores son de carácter psicológico y hacen referencia al efecto de características como la impulsividad, la falta de tolerancia a la frustración, las relaciones negativas con los adultos o las escasas habilidades sociales. Más allá de unos y otros, hay también factores propiamente educativos que no pueden dejarse de lado, como son el tipo de enseñanza y de currículo que se propone, las metodologías utilizadas, los resultados académicos de los alumnos, la organización de los propios centros, el tipo de relaciones y el nivel de participación que se establece, tanto entre los alumnos entre sí como con sus profesores y entre éstos y las familias. La complejidad y variedad de estos factores hace difícil encontrar siempre la respuesta educativa más adecuada a estos problemas.

Convencido de la importancia de la buena convivencia en los centros como requisito indispensable, no sólo para la mejora de la calidad de la educación impartida en los centros, sino también para impulsar la formación integral de los alumnos como buenos ciudadanos y favorecer su transición desde los centros docentes a la formación superior y la vida laboral, el Ministerio de Educación y Ciencia se propone desarrollar un Plan de actuación para la promoción y la mejora de la convivencia escolar. Teniendo en cuenta el reparto competencial existente, se plantea un Plan que quiere buscar sinergias con las actuaciones que están llevando a cabo las Comunidades Autónomas y que, a su vez, trata de potenciar dichas actuaciones desde el máximo respeto a las competencias respectivas. Por ello su desarrollo debe basarse en un diálogo constante con las propias Comunidades, buscando el máximo acuerdo y consenso con ellas. Sólo desde este espíritu de colaboración y cooperación entre las Administraciones, conscientes de que el objetivo de todas es el servicio al ciudadano, será posible dar respuesta a las nuevas situaciones y, en definitiva, promover y desarrollar la convivencia desde el ámbito educativo. A su vez, un programa de estas características no puede hacerse sin contar con la implicación de sus principales destinatarios: los profesores, los alumnos y sus familias.
Por ese motivo se proponen actuaciones expresamente dirigidas hacia estos colectivos, en particular, de formación para los primeros y de orientación para los alumnos y sus familias, convencidos de que su participación y colaboración resulta imprescindible para encontrar solución a los problemas de convivencia y lograr una verdadera promoción de la misma.

No hay comentarios: